Marxismo y teoría política II 2019
MARXISMOS, OBRERISMOS, LUCHA POPULAR
1.- Uno de los estereotipos más comunes respecto del marxismo original (Marx-Engels) es que se trataría de un obrerismo político. Se da el nombre de estereotipo a una percepción (y a su comunicación) errada (por enfatizada o diluida) que se tiene sobre algún fenómeno o evento social Los estereotipos suelen basarse en prejuicios existentes en sectores sociales y resultan ‘producciones normales’ ante fenómenos o situaciones que, a la vez, se desconoce y se teme, como la sexualidad humana, por ejemplo (así, estereotipos corrientes en la población, dicen que los gais son afeminados o las lesbianas marimachos. Un estereotipo recientemente muy agitado en Costa Rica es que la educación sexual de niños y jóvenes corresponde a la familia). Una concepción que se deseaba revolucionaria del mundo contemporáneo y moderno, como el marxismo, no podía sino levantar estereotipos o simplificaciones que condensaban distancia, temor y desinformación y que podían contagiar incluso a sectores de marxistas. Gran parte del siglo XX, además, estuvo sobredeterminado por una Guerra Fría (1945-1985-91) que incluyó una Cortina de Hierro que separaba y enfrentaba al Este (URSS principalmente) con el Oeste (encabezado por EUA), o sea a los mundos ‘malos’ y ‘buenos’. El tema incluso motivó una prolongación en un artículo y un libro de S. Huntington (1927-2008) “The West against the Rest” [Choque de civilizaciones] publicados en 1993-1996. En parte los textos de Huntington rebatían el artículo de F. Fukuyama (n. 1952) “¿El final de la historia?”, de 1989.
1.1.- El estereotipo que aquí interesa es que el marxismo original sería un obrerismo. De la crítica de la economía política marxista original se seguiría que la única revolución ‘verdadera’ en las sociedades capitalistas sería protagonizada por los obreros productivos (trabajadores asalariados) como actor central del proceso. En realidad, Marx y Engels se interesaron en todas las luchas-resistencias que podían alcanzar metas antisistema a finales del siglo XIX (luchas nacionales, de mujeres, anticoloniales, de esclavos negros y también de ‘razas’), pero trabajaron principalmente en un intento por organizar a los trabajadores. Sobre las otras luchas las alentaron y dieron opiniones escritas, pero no se relacionaron orgánicamente con ellas. Su Manifiesto… es sobre la organización de los trabajadores y de ellos afirman, por ejemplo: “La Liga Comunista, una organización obrera internacional, que en las circunstancias de la época -huelga decirlo- sólo podía ser secreta, encargó a los abajo firmantes, en el congreso celebrado en Londres en noviembre de 1847, la redacción de un detallado programa teórico y práctico, destinado a la publicidad, que sirviese de programa del partido” (Prólogo de 1872 a la edición alemana). En el Prólogo de la edición alemana de 1883, Engels escribe: “La idea central que inspira todo el Manifiesto, a saber: que el régimen económico de la producción y la estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época histórica constituye la base sobre la cual se asienta la historia política e intelectual de esa época, y que, por tanto, toda la historia de la sociedad -una vez disuelto el primitivo régimen de comunidad del suelo- es una historia de luchas de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en que la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime -de la burguesía- sin emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las luchas de clases; esta idea cardinal fue fruto personal y exclusivo de Marx”. Nótese que Engels utiliza dos versiones sobre los conflictos de clase: a) clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las diferentes fases del proceso social”, y b) y… “fase presente, en que la clase explotada y oprimida –el proletariado- no puede ya emanciparse ya de la clase que la oprime y explota –la burguesía- sin emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las luchas de clases”. Habla en plural de “luchas de clases” y en singular: “la clase explotada y oprimida –el proletariado—“. Hay una lucha de clases genérica y luchas de clases específicas. Entre las últimas, la proletaria da su propia lucha específica y, además, funciona como como eje y catalizador de otras ‘luchas de clase’. No afirma Engels que el movimiento obrero sea guía o vanguardia de otros movimientos sociales populares. Afirma únicamente que la lucha proletaria crea mejores condiciones para que movimientos de mujeres y de ‘negros’, por ejemplo, puedan desplegar y dar más consistencia a sus propias luchas y coincidan en una meta socialista en la que ya no existan patriarcalismo ni racismo. Por supuesto, se trata de procesos en los que pueden darse distanciamientos, enfrentamientos e incompatibilidades. Esto quiere decir no todo movimiento feminista podrá ni querrá asociarse con la meta socialista, ni toda movilización con eje de emancipación racial querrá hacerlo. Pero si el socialismo-comunismo se pone como meta que la libertad de cada uno apodere la libertad de otros y de todos (así se afirma en el Manifiesto del Partido Comunista) ofrece espacios para estos movimientos y también para sus necesidades emancipadoras.
2.- El punto anterior, el no-obrerismo conceptual de Marx-Engels permite ampliar su punto de vista a las sociedades latinoamericanas donde: 1) raramente los criterios marxistas revolucionarios son portados por sectores significativos del movimiento obrero, cuando éste existe; la excepción sería Chile durante la mayor parte del siglo XX, hasta el año 1973; 2) otras luchas sociales populares (campesinos sin tierra, por ejemplo, sectores urbanos empobrecidos a quienes se niega acceso a una educación de calidad, por hacer dos referencias) podrían funcionar como catalizadoras para la existencia de un movimiento social popular amplio cuya meta común u horizonte fuese una sociedad sin las dominaciones o imperios unilaterales existentes. El último ejemplo fue el alzamiento zapatista en Chiapas (1994). De este movimiento popular amplio no estaría excluido en ningún momento un movimiento obrero socialista comunista. Las peculiaridades de este movimiento popular las darían las condiciones nacionales y regionales. La lucha podría ser institucional parlamentaria con perspectiva revolucionaria o insurreccional y hacia un régimen inicial democrático-popular que transitase hacia un tipo de sociedad sin dominaciones irreversibles estructurales.
2.1.- ‘Popular’ es aquí una categoría de análisis y de comunicación/organización política. Resulta ‘popular’ todo sector social (y sus individuos) que no es dueño de su existencia, y lo sabe. No ser alguien dueño de su existencia tiene un alcance situacional y sistémico. Se trata, para los sectores populares, de transitar desde una conciencia situacional a una conciencia sistémica. Mediante esta transición los sectores populares pueden devenir revolucionarios.
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