Seminario Filosofía y DsHs

JOHN LOCKE: LA PRESENTACIÓN POLÍTICA DE DERECHOS HUMANOS II

1.- Ya se indicó que en un ‘estado de Naturaleza’ primigenio los individuos racionales, iguales, libres y propietarios pueden castigar con  la pena de muerte a cualquier otro individuo que hubiese atentado contra la propiedad natural. Esta capacidad no radica solo en el ofendido directamente, sino en todo individuo ‘natural’. Es propio entonces de una convivencia en el estado de Naturaleza el que éste se abra a una violencia naturalmente legítima contra quien no se comporta racionalmente (fiera humana) y pueda ser considerado o categorizado como no-persona. En lenguaje latinoamericano-colombiano, un “desechable”. La no-persona o desechable comete delitos de lesa humanidad, o intenta cometerlos, y por ello cualquier otro individuo puede darle la pena que su agresión merece. En el siglo XXI, el desechable o irracional, tomó la forma del terrorista. El ‘terrorista’ deja de ser humano y atrae hacia sí la tortura, la ejecución y también la invisibilización humana. Convocan asimismo estos castigos quienes cooperan con estos terroristas. La identificación del ‘terrorista’ la hace quien tiene el poder para castigarlo. La referencia que introduce estas posibilidades de extrema violencia legítima y potencialmente arbitraria es la actualización del pensamiento de Locke por el presidente Bush Jr. (George Walker Bush, 2001-2009) y su Doctrina de Guerra Mundial Preventiva contra el Terrorismo. Internamente EE.UU. ha conocido y debatido tanto una USA Patriot Act (Acta Patriótica, 2001) y una USA Freedom Act [Acta de la Libertad (2015)] que, con distintos alcances, debilitan los derechos constitucionales que sus ciudadanos han considerado tradicionales y los derechos humanos en todo el planeta. Uno de los puntos más oscuros es aquí la reintroducción pública de la legitimidad y legalidad de la tortura. Habría que mencionar asimismo los acosos y ejecuciones sin juicio legal previo (o sea por prejuicios). La matriz tanto del Acta Patriótica como del Acta Libertaria estadounidenses se encuentra en Locke.

2.- El estado de Naturaleza es descrito por Locke en los términos siguientes: “Los hombres que viven juntos guiándose por la razón, pero sin tener sobre la tierra un jefe común con autoridad para ser juez entre ellos, se encuentran propiamente dentro del estado de Naturaleza” (#19, itálicas no están en el original). Los individuos se guían o no por la razón que es una y la misma para todos. Si se apartan de ella, dejan de ser humanos.

3.- El capítulo V de su “Tratado…” lo dedica Locke a explicar la propiedad. Parte reconociendo que Dios entregó la tierra en común a los hijos de los hombres y corresponde entonces explicar la legitimidad de la propiedad privada o propia de cada uno de ellos: “…trataré de demostrar de qué manera pueden los hombres tener acceso a la propiedad en varias parcelas de lo que Dios entregó en común al género humano, y eso sin necesidad de que exista un acuerdo expreso de todos cuantos concurren a esa posesión común”. En principio todo es de todos y de cada uno, y así nadie puede negar el acceso a los bienes (lo cazado, lo recolectado) antes que quien cazó o recolectó “…haya consumido lo necesario para su vida” (#25). La propiedad, y eventualmente la riqueza, se muestra así inicialmente como valor de uso. En el parágrafo siguiente, Locke introduce la legitimidad de la propiedad de cada individuo por el trabajo con que éste hizo, de algo común, un bien para sí mismo: “Siendo, pues, el trabajo o esfuerzo propiedad indiscutible del trabajador, nadie puede tener derecho a lo que resulta después de esa agregación, por lo menos cuando existe la cosa en suficiente cantidad para que la usen los demás” (# 26). Nadie puede poner en duda que quien, con su energía, produjo un bien, lo separó de la propiedad común y lo hizo exclusiva propiedad suya. El bien es una prolongación de su propio cuerpo. Lo universal es la propiedad sobre el cuerpo y la existencia propios. El trabajo de cada uno genera la propiedad sobre los bienes de cada cual. “El trabajo suyo la ha sacado de las manos de la Naturaleza en las que era común a todos, y pertenecía a todos sus hijos, y con ello se la ha apropiado para sí” (#28).

4.- El argumento anterior (cuerpo→→ energía →   trabajo→   valor de uso ↔ propiedad) tiene un límite: “El hombre puede apropiarse las cosas por su trabajo en la medida exacta que le es posible utilizarlas con provecho antes de que se echen a perder” (#30). Si saciada su hambre, sobran elotes, otros pueden disponer de esos elotes que, sin consumirse, se desperdiciarían. Esto valdría siempre si no se tuviese silos para almacenarlos y conservarlos y si no existiesen bienes duraderos y dinero, también creados por los seres humanos: tampoco se atropella “el derecho de nadie si entrega sus nueces (elotes) a cambio de un trozo de metal, movido de la belleza de su color (…) o una parte de lana por una piedrecita centelleante o por un diamante, guardando estas cosas para sí durante toda su vida” (#46). El atesoramiento derivado del comercio también proviene del trabajo-energía humano. Y lo mismo ocurre con la acumulación (capital: dinero que produce más dinero). No se puede expropiar de lo acumulado ni de su capital a su propietario legítimo porque equivale a arrebatarle su vida. Se trata de un delito de lesa humanidad. Con estas tesis Locke pone las bases de una metafísica capitalista: la consumación de la esencia humana y de sus derechos (humanos) por el mercado capitalista mundial y sus instituciones y personificaciones. Quienes se oponen a ello resultan no-personas (fieras) que han de ser aplastadas. El resultado es que un sistema económico-político hace recaer el carácter de derechos humanos en la propiedad privada, el atesoramiento y la acumulación de capital y, en nombre de la legitimidad absoluta de ellos y de su racionalidad, viola los derechos humanos que dice postular y defender como propios de todo individuo y de la humanidad.
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