SUJETO HUMANO Y HUMANISMO
1.- La antropología del marxismo original no contiene un humanismo porque su aproximación a la comprensión de la experiencia humano resulta situada sociohistóricamente, es decir es relacional, y comprende lo político (determinado en última instancia por la organización clasista de la economía) y la política centrada en las mediaciones socio-político-culturales de una agrupación (sociedad) humana determinada. La mediación cultural incluye una ideología dominante que históricamente ha sido siempre, por su constitución y sentido, ideología de dominación. Escribe Marx en el inicio de su trabajo El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1851-52): “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidos por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y que les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”. En uno de los prólogos del mismo trabajo ha redactado sobre su escrito, enfatizando el papel de la totalidad social sobre la percepción que hace de la historia social un resultado de la acción, o miserable o genial, de los “grandes” hombres::“Yo, por el contrario, demuestro cómo la lucha de clases creó en Francia las circunstancias y las condiciones que permitieron a un personaje mediocre y grotesco representar el papel de héroe”.
2.- Humanismo básicamente designa o una tendencia a acentuar el papel del ser humano (bajo la forma abstracta de ‘el’ hombre) en el mundo y las características que lo tornan singular/superior o también la propensión a estudiarlo en su conjunto (El Hombre, La Humanidad). En el siglo XIX, y como resultado del proceso de separación y enfrentamiento entre ciencia (principalmente Darwin) y religión, el término ‘humanismo’ pasó a asociarse con ateísmo, agnosticismo, deísmo y laicismo y, posteriormente con un racionalismo como compartimento estanco de sentimientos y deseos. En la visión del marxismo original los relacionales seres humanos sienten, disciernen e imaginan/desean sin que esos caracteres estén compartimentados como lo mostró la cita anterior: “La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”. Sentimiento, discernimiento y deseo, resultan “oprimidos” por la resiliencia (recuperación del pasado individual y colectivo) de la memoria de los ya muertos y de sus condiciones de existencia. La experiencia humana articula así el pasado y se abre hacia horizontes factibles.
2.1.- Factible es lo que puede hacerse, aunque esté prohibido. No-factible lo que la condición humana no puede realizar. Por ejemplo, elevarse desde el suelo y volar con solo su energía. ‘Posible’ e ‘imposible’ remiten en cambio a lo permitido o prohibido por los poderes vigentes. A la socio-histórica experiencia humana le resulta factible aspirar a lo imposible, pero no a lo no-factible. El marxismo puede ser llamado socialismo científico en cuanto busca discernir o localizar un actor socio-histórico que requiera y desee cambiar el mundo de modo que las opresiones existentes desaparezcan, pero no es científico en el sentido de que eso tenga que ocurrir porque así está inscrito en la historia. El camino al socialismo puede fracasar porque la acción humana se da en condiciones que nunca se determinan por entero. Y esto quiere decir que siempre existe el factor azar (casualidad) en esta acción. Este azar puede facilitar el éxito o hacer derivar el proceso en fracaso. El factor azar se presenta porque la acción humana nunca está en control de todas las variables que concurren en ella y por ello tampoco puede prever los efectos no deseados de una acción siempre inscrita en una totalidad. Cuando Lenin escribe que “La doctrina de Marx es todopoderosa porque es exacta. Es completa y armónica y ofrece a los hombres una concepción del mundo íntegra, intransigente con toda superstición, con toda reacción y con toda defensa de la opresión burguesa” (“Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”, 1913) puede entenderse que utiliza “doctrina” con su alcance de ‘paradigma’ científico’ o como ‘conjunto de ideas’, pero en ninguno de estos casos resulta la perspectiva marxista absolutamente verdadera o conducente siempre al éxito como parece desprenderse de otra línea del mismo texto: “La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera”. Esta última referencia no remite a la acción humana.
3.- El punto de la no-infabilidad y no-omnipotencia del marxismo compromete la noción de sujeto y también el concepto de praxis. El sujeto de acción revolucionaria en el marxismo original es el movimiento obrero. No fue elegido caprichosamente sino tras una lectura crítica de la economía política burguesa y de la realidad del capitalismo a finales del siglo XIX en Europa (Inglaterra, Francia). Se trata de un sujeto colectivo que toma conciencia para sí y tiene la capacidad material para construir una nueva realidad emancipada porque es la principal fuerza objetiva de un sistema social polarizado que debe optar o por la vida o por la muerte. Ambos caminos suponen la hegemonía de distintos y conflictivos sujetos agentes. La distancia entre ambos sujetos es que la burguesía es un sujeto portador del sistema. El movimiento obrero con conciencia de sí discierne el sistema y se opone práxicamente a él. Uno de estos sujetos predica un humanismo falso. El otro, siempre en proceso porque nace desde sí mismo avisa un humanismo que apenas comienza a construir y que es por ello horizonte o referencia. El humanismo burgués o el católico no resultan universalizables. Ideológicamente expresan universalismos. El proletario desea saberse humano entre humanos (universalidad), pero se trata de un deseo y procesos, no de una realidad. En cuanto deseo/proceso, podría verse frustrado entera o parcialmente.
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