F-0039 Sem. Hinkelammert


NOTAS SOBRE LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA

1.- En su enfoque más amplio la llamada Teoría de la dependencia puede ser asociada en su gestación con el pensamiento cepalino de la década de los 50, con el fracaso de los procesos de sustitución de importaciones, propuesto por ese pensamiento, con la crisis para el pensamiento socio-político generado por el proceso revolucionario cubano (1959) y, también, por su concurrencia, con el marco más amplio del pensamiento de Immanuel Wallerstein (n. 1930) quien, con otros autores, ha propuesto un enfoque del sistema-mundo para explicar el despliegue del capitalismo desde el siglo XVI hasta la transición entre los siglos XX y XXI. Desde este punto de vista la Teoría de la dependencia puede ser asociada con las parejas desarrollo-subdesarrollo, centro-periferia y orden/violencia mundiales.

1.1.- En términos esquemáticos el análisis de CEPAL manejó los conceptos de centro/periferia atribuyendo a las economías-sociedades centrales una articulación interna de exportaciones e importaciones constructiva, vínculo que potencia el desarrollo (industrialización, cultura tecnológica, etc.) mientras que las economías y sociedades de la periferia (América Latina para lo que aquí interesa) se han constituido mediante un acentuado desbalance entre exportaciones de commodities e importación de medios de producción/capitales y bienes de consumo. Las commodities (petróleo, madera, café, cobre, atún, por ejemplo) tienen precios variables ya que muchas economías pueden producirlas, mientras que los productos industriales o que contienen mucho valor agregado, o mantienen su precio o lo aumentan, de modo que adquirirlos supone para las periferias cada vez más cantidad de commodities. Este desbalance o intercambio desigual sería factor central del subdesarrollo de las economías de la periferia y de sus desagregaciones sociales. Por ello CEPAL propuso un modelo de sustitución de importaciones para estas economías como la vía para alcanzar el desarrollo. El desarrollo (industrialización) fue un concepto clave del período de postguerra. El Grupo del Banco Mundial (1945) tiene como componente central un Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento cuya meta es lograr la reducción de la pobreza en los países ‘en vías de desarrollo’ y de mediano ingreso con capacidad crediticia mediante la asesoría financiera en materia de gestión económica. Ya en la década de los setentas se consideraba fracasada en AL la estrategia de sustitución de importaciones o de imitación de la ruta europea del desarrollo.

1.2.- El proceso cubano definió, tras su victoria político-militar (1959) su proyecto como popular, socialista y antiimperialista. Se presentó así como referencia disyuntiva del modelo de sustitución de importaciones al determinar que los caracteres nacionales y populares de una sociedad y economía decolonizadas se seguían de una revolución y no de un mejoramiento factible y paulatino del subdesarrollo. El subdesarrollo solo podía romperse mediante la revolución, o sea mediante la reconfiguración del poder político-cultural. Las economías-sociedades dependientes y su dinámica económica y cultural discriminadora y desagregadora resultaban así réplicas de las dinámicas de clase de algún modo integradoras existentes en las metrópolis. La inversión ‘extranjera’ no favorece la integración nacional en una economía dependiente, por hacer mención de un estereotipo vigente. En la situación de dependencia la gran propiedad agraria y el gran comercio resultan socios de la burguesía industrial y su sujeción tecnológica, todos ellos funciones a su vez de una economía-mundo. Su hegemonía produce y reproduce los fraccionamientos, el subdesarrollo y la ausencia de ciudadanía. La estructura de clases de la economía en los países dependientes es función del sistema económico-político mundial. A la cuestión “¿Reforma o revolución?”, algunos de los sectores de Teoría de la Dependencia contestaban ¡revolución! Este imaginario rompía con el nacionalismo metodológico de un análisis socio—político latinoamericano cuyo enfoque se centraba en los Estados nacionales y sus relaciones recíprocas aislándolos de su inserción configurada por la economía y política mundiales. El desarrollo de algunas regiones solo se logra por el subdesarrollo de otras. Ningún aplauso aquí para mundialización alguna. Los autores más destacados de este frente del análisis social son Theotonio dos Santos (1936-2018), André Gunder Frank (1929-2005) y Ruy Mauro Marini (1932-1997).

1.3.- El análisis desde la perspectiva de un sistema-mundo (o economía-mundo) comprende muchos autores y sus discusiones. Aquí se privilegia a Emmanuel Wallerstein (n. 1936) por su proximidad con los análisis de la Teoría de la Dependencia. Para el sistema-mundo o Imperio existen un Centro (desarrollado), una semiperiferia (en vías de desarrollo) y una periferia (subdesarrollada). Se trata de un solo mundo interconectado. Para Wallerstein un decisivo hallazgo de Marx consistió no en determinar la lucha de clases como el motor de la historia sino su extrema polarización en el orden-violencia capitalista. Este orden/violencia ya estaba establecido durante la Revolución Francesa que, en realidad, fue una revolución contra la burguesía en la que se utilizó lenguaje anti-feudal. Lo que la hace relevante es que desde ella las ideologías expresan transparentemente los intereses de las clases al interior del sistema-mundo. La rigidez clasista latinoamericana se sigue de esta sensibilidad dominante en el sistema-mundo.
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