1.- Las concepciones de mundo se van fraguando en un período histórico (amplio) que admite momentos o estadios diferenciados y, en ellos, eventos que le van dando su carácter. La concepción liberal del mundo es inicialmente europea y, todavía hoy, no logra ser planetaria, aunque en su forma actual está presente en todas las culturas. Una razón para este alcance es la constitución de un único aunque diferenciado mercado mundial.
2.- La concepción liberal del mundo se forja en el seno de una Europa feudal y católica. Esta Europa tuvo como antecedente la disolución del Imperio Romano y, desde ella, la conformación de un medioevo que puede ubicarse entre la caída de Constantinopla (425) y el final del siglo XV (1492). Este medioevo se caracterizó inicialmente por la ruralización de la existencia, la debilidad de un poder político central y una economía desagregada de autoconsumo en la que el dinero jugaba un papel menor y pasivo. Culturalmente fue una época de dominio católico.
3.- Sin embargo, en el seno del estadio medieval y feudal europeo fueron gestándose procesos intersticiales que determinaron su cambio. Uno de ellos fue el comercio y, con él, la transición hacía una economía en la que el dinero y los nacientes mercados jugaban un papel activo. Fueron factores de este tránsito guerras como Las Cruzadas y el desarrollo de ciudades-puertos, principalmente en Italia. Las Cruzadas fueron impulsadas por la autoridad católica y se dieron principalmente entre el siglo XI y el siglo XIII con el objetivo ideológico de restablecer un dominio cristiano sobre la tierra considerada “santa”. Los enemigos de los cruzados fueron musulmanes, pero también se incluía a esclavos paganos, judíos, mongoles, infieles y otras expresiones del cristianismo (herejes). Geopolíticamente se trató de guerras para defender a la Europa Oriental y al Imperio Bizantino del avance turco/musulmán. Económicamente se trató de guerras de saqueo y dominio señorial que terminaron debilitando al papado y a los señores feudales, fortaleciendo a los reyes y ampliando y dando nuevos dominadores al comercio entre el Occidente (Génova, Venecia, Florencia, Pisa) y el Oriente Medio. Culturalmente, Occidente se benefició porque árabes y bizantinos conservaban la cultura griega y latina antigua. Los patrones medievales europeos de existencia se vieron erosionados por la intensificación del comercio exigido por la creación, transporte y alimentación de grandes ejércitos.
4.- La erosión paulatina de la mentalidad medieval y de sus instituciones puede advertirse en la transformación del dinero como resultado del aumento de transacciones mercantiles y también, aunque más tardíamente, de la productividad de la tierra vía su cercamiento (propietarismo). En cuanto al dinero, pasó de ser confiable seña de medio de pago y atesoramiento (función pasiva) a ser señal de enriquecimiento (función activa). Comprar barato y vender caro se transformó en algo normal, igual que vender mucho y comprar poco se entendió como fuente de riqueza nacional (mercantilismo). Prestar dinero (financiar) con intereses pasó de ser algo enteramente indebido (usura) a ser normal y propio. Junto a los antiguos propietarios, señores, artesanos y clérigos, se generaron comerciantes y banqueros para los que el dinero y sus usos resultan vitales. Sobre el tema puede recordarse la letrilla de Francisco de Quevedo (1580-1645): “Madre, yo al oro me humillo, Él es mi amante y mi amado, Pues de puro enamorado Anda continuo amarillo. Que pues doblón o sencillo Hace todo cuanto quiero, Poderoso caballero Es don Dinero. Nace en las Indias honrado, Donde el mundo le acompaña; Viene a morir en España, Y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado Es hermoso, aunque sea fiero, Poderoso caballero Es don Dinero“. El verso fue escrito en los inicios de la época moderna. Y aunque es cuento que la Reina Isabel I empeñara joyas personales para el primer viaje de Colón entre quienes invirtieron en la aventura se encontraba al menos un banquero.
5.- La transformación del dinero, que de facilitador del intercambio y medio de atesoramiento se tornará en ‘capital’ (dinero que hace más dinero) es signo de una de las ‘revoluciones’ que, en el seno del feudalismo, gestarán parte de las condiciones para la aparición de una concepción liberal del mundo.
6.- Así como se generan auges en el seno del medioevo feudal, se dan asimismo decadencias. La intensificación del comercio con centro en Europa [Italia, Holanda, Inglaterra] (América, África, Asia) exige una seguridad de vidas y bienes que los señores feudales ya no solo no pueden brindar sino que los muestran como obstáculos para ella. Así, se fortalece la autoridad de un Rey que vela por un territorio amplio y, con él, la posibilidad/necesidad de un Estado nacional (España, Francia, Inglaterra). La hegemonía de la Iglesia Católica se verá asimismo interrumpida por el movimiento de Reforma que conducirá a Iglesias nacionales y a otra forma de asumir la fe cristiana. Nada de esto se producirá sin guerras. Entre las más famosas: la Reconquista de España (722-1492), la Invasión y Colonización Ibérica de América (con variaciones, 1492- finales del siglo XVIII) La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) que culmina con la Paz de Westfalia (1648) en que se asegura la entidad de los Estados-nación. La Guerra de los Treinta años se prolongó en Inglaterra con una Revolución Gloriosa (1868) que puso fin al reinado católico en ese país.
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