NO SÓLO DE PAN
(Afghanistán, primera noche de bombardeo)
Militantes estructuras militares
destinadas dondequiera en todo el globo
materializan a la humanidad en su nombre
descargan explosivos
sobre pushtus, tadjicos y uzbekos terroristas
islámicos
monopólico brazo del Mal
sin dañar a civiles ni hazaras o mongoles ellos
siguen instrucciones esperar sentados en tiendas donadas
para una lenta crucifixión pastosa de petróleo
desde lo alto se las ve toldos amarillos destellando entre el polvo
diferenciándose en medio de muertos labrados de algodón
radares electrónicos ciertos aviones espías rastrean diferencian
mediante el sistema Keep You Alive (KYA)
patentado por Ian Angus para Waterfront Inc.
subsidiaria de Colgate/Palmolive permite distinguir
aguja en un pajar caries de dientes sanos demonios
de virtuosos cobardes de valientes asesinos de herejes.
Cuando se equivoca el daño es reversible
el ofendido recibe una dentadura completa por muela
demolida dos por un canino happy hour.
Se negocia premolares aparte.
Los explosivos cabalgan en Tomahawks
y otras bombas encaminadas por satélites
su onda expansiva es justicia infinita
nunca suficiente para quienes las construyen y descargan
contra pushtus, tadjicos y uzbekos terroristas
una terrorista de ochenta y tres años murió abrazada
a su crispada pequeña la menor de sus biznietas terroristas
tenía seis meses terroristas y diez días de terror
al ser despedazada.
Las ondas expansivas de las bombas
abarcan hasta un mil trescientos treinta metros en Jalalabad
solo dieciocho metros en Farah
no son democráticas insisten en discriminar no se entiende
menos de un metro setecientos veintitrés centímetros en Kabul
en Mazar-e-Sharif y Kanduz explotaron hacia adentro
del espíritu
vivamente muy hacia adentro del espíritu
aunque nunca tocan y redimen a quienes las disparan.
En Kandahar un uzbeko llora lágrimas terroristas
el proyectil determinado por satélite
terminó con la escuela donde trabajaba
“¿adonde irá ahora mi alma?” balbucea oscuramente en persa
sentado en una piedra visión perdida en la sangre e intestinos
de sus niños terroristas.
A los explosivos acompañan
treinta y cinco mil setecientas raciones de ayuda humanitaria
no se especifica si todas contienen alimentos medicinas suministros
o se especializan como los detonantes
esa bomba desmorona sólo cerebros deja una mirada fija
dientes pelando una sonrisa las raciones
con ellas se espera el pueblo afghano hambriento sufriente ardiendo
comprenda la generosidad de Estados Unidos y aliados Incorporated
¡sonríe pueblo afghano te visitamos en tu hogar!
dice el mensaje prendido a los humanitarios víveres
con onda contractiva ésta sí infinita.
Al acabar la noche del primer día
miles de murciélagos se alzaron desde Kandahar
ciudad de doscientos cincuenta mil habitantes cercana a Pakistán
fueron interceptados inteligencia militar imaginó proyectiles biológicos
gestados en las oscuras cuevas de los terroristas
murciélagos terroristas
tal vez llevaban amarrado en sus patas un único mensaje pushtu
descifrado decía
“Que las raciones contengan no sólo alimentos
sino alguna propiedad y la vida de nuestros enemigos
o una breve historia con sus desdichas
cuando perdió a alguien querido o un otro odiado tuvo éxito
queremos saber cómo contraen la cara cuando sufren
dennos un rictus de dolor de desesperanza unas lágrimas
nuestras almas exigen saber si nos asesinan seres humanos”.